miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ruta de los Puentes 18 km.

Empezamos el recorrido en el conocido lugar de la Casa del Monte, en la campa de Ucieda, donde se celebra el tradicional día del cocido montañés el primer domingo de septiembre. Dejamos el coche junto a la zona recreativa y aquí comenzamos a prepararnos y equiparnos para comenzar a andar.
Empezamos llaneando por esta pista asfaltada y seguimos durante unos 700 metros hasta que encontramos, en la zona conocida como entrerríos, un puente a mano derecha sobre el río Bayones y que es conocido con el nombre del Puente de Rozas. El nombre de “Rozas” deriva de una práctica común, en siglos pasados, en todas las sociedades montañosas de la Cordillera Cantábrica, y que se refiere a un proceso de roturación (labrado) de áreas boscosas para dedicarlas al cultivo del cereal o al pasto de ganado en épocas de mayor necesidad; generalmente, el rozo, mezclado con estiércol, era utilizado para la elaboración de abono.

Al otro lado del puente continuamos por una cómoda pista en la que ya encontramos un letrero que indica que a partir de este punto está prohibido el paso para vehículos no autorizados. Esta es la pista que se dirige hacia la ermita del Moral, teniendo el regato de la Toba a nuestra mano izquierda y el arroyo de Canalejas a nuestra mano derecha.
Continuamos con este ligero pero constante ascenso y a los treinta minutos, después de un par de curvas muy cerradas, pasamos junto a una braña que se encuentra un poco metida entre el bosque y donde se encuentra la cabaña de Andrinoso, salimos a lo alto de la loma y pasamos a otra vertiente algo más clara y despejada de árboles. Después de esta zona despejada llegamos de nuevo a una zona de bosque y en el que encontramos un cruce hacia la derecha junto a una cabaña, pero no abandonamos la pista principal que se dirige hacia la ermita del Moral.

Despues de un par de curvas habrá que coger el sendero a la izquierda que nos adentrará en el bosque. En esta  entrada al bosque nos encontramos un cartel indicativo de la ruta PRS-111 y que nos dirige hacia la braña del Jou de la Collá y la vuelta de la Cotera, además también encontramos un cartel indicativo de la flora y fauna de esta zona.

Este sendero penetra en pleno bosque y a veces se encamina a través de enormes prados atravesando puentes de madera sobre los meandros del riachuelo de la Toba así como los del río Lar. Aquí empieza un bonito y divertido sendero lleno de hojas en la época en la que estamos.
En este tramo nos encontramos varias pasarelas de madera, bastante resistentes aunque resbaladizas, que cruzan sobre varios arroyos que van a parar al regato de la Toba.
Después de casi hora y media de camino nos topamos con un cartel para desviarnos unos metros del camino principal para ver uno de los árboles singulares, conocido con el nombre de “Roble tumbado” de Bujilices. Retrocedemos para volver al sendero principal y dirigirnos hacia el Jou de la Collá.
 Despues de atravesar una zona mas despejada llegamos a un cruce donde hay dos carteles, dos direcciones, una hacia las "Las Rozas" camino mas corto que nos lleva hasta el punto de partida, y otra hacia "La vuelta de la Cotera" para hacer una ruta circular un poco más larga.
Escogiendo la segunda opción, bordeamos la loma y nos introducimos en la cabecera que vierte aguas al río Lar, en otros tramos llamado río de los Vados o Bayones.

 Aquí se vuelve a repetir el paisaje, bosques de hayas, robles, acebos, así como entrada y salida de una gran multitud de pequeños arroyos, los cuales atravesamos gracias a unos rústicos puentes o pasarelas de recias maderas, rodeando las correspondientes lomas que les separan.
Continuando por el sendero, llegamos al cruce principal con la pista que por un lado nos dirige a la casa del Monte y por la otra hacia la ruta del Hayacorvá.
En este cruce se ve los diferentes indicadores que nos dirigen por dos de los Pequeños Recorridos que hay en esta zona.
Ya sólo queda seguir por esta ancha pista que nos dirige a nuestro punto de partida. Pronto pasamos por un puente de hormigón sobre el arroyo de los Cuévanos y enfilamos el tramo final junto al cauce de este arroyo y más tarde del río Bayones. Seguimos el camino y hemos llegado al final de la ruta.







Las ermitas del Monte Corona 15 km.

Empezamos el recorrido en Rioturbio, singular pueblo situado en el interior del Parque Natural de Oyambre, a caballo entre la Ría de la Rabia y el Monte Corona.


Atravesando el núcleo por su parte baja, se deja el asfalto para seguir una pista que asciende muy suavemente por la margen derecha del Río Turbio, entre pastizales, manchas de bosque y alguna repoblación. Tras un buen rato, en una bifurcación seguimos por la derecha y enseguida se cruza el río por un puente, el Puente Bichurichas, ubicado en la parte baja del magnífico robledal de Corona, hasta aqui habríamos recorrido 2.4 km, a partir de aquí la subida se hace más directa entre el bosque, la pendiente es muy regular, y permite apreciar la riqueza y variedad de este sorpréndente bosque, tan próximo a la costa y situado a tan baja altitud, compuesto sobre todo de robles, pero también de hayas, castaños, avellanos, acebos, abedules. 
 Tras un buen rato de subida, y justo después de pasar junto a un claro con varias mesas, se llega a una bifurcación, nos vamos a desviar a la derecha, en suave descenso, dejando pronto un desvío asfaltado a la izquierda que se dirige al cercano pueblo de Caviedes, y llegando un poco más adelante hasta una bella ermita construida con sillares de arenisca, en cuyas inmediaciones se ha creado un área recreativa, ya hemos recorrido 5 kms.


  Ermita de San Antonio, ubicada entre árboles, en una loma con vistas hacia el oeste, el paraje merece una parada de descanso. 
Retornando por el mismo camino hasta la bifurcación, seguimos a la derecha, subiendo por la pista, que tiende a girar hacia el este, discurriendo por las cabeceras del Monte Corona. En un cruce de varias pistas hay que seguir a la izquierda, continuando entre pinares, repoblaciones de hayas y algún tramo despejado. Tras una breve bajada hasta un colladín, una corta subida nos lleva a otra área recreativa salpicada de varias esculturas de piedra,
Mirador de Ios Pintores Montañese, este paraje, denominado Las Argayadas, fue dedicado en su día a los pintores de la región y también se ubica en una loma, contando con un mirador que proporciona la mejor vista del cagigal de Corona. Otro tramo de subida, y se alcanza una bifurcación en la que hay que ir a la izquierda., llegando al pie de una curiosa construcción de gran altura, Torre de vigilancia de Incendios, situada en una de las mayores elevaciones del Monte, permite controlar buena parte de su extensión. Sin necesidad de llegar, hay que seguir hacia la iz. un ramal asfaltado que baja entre rodales de roble americano, hasta un collado y un amplio aparcamiento, ascendiendo después entre repoblaciones diversas de alerces, cipreses, pinos o castaños hasta alcanzar un nuevo cruce, dejando el ramal de la derecha, subimos por el que tenemos enfrente y enseguida nos lleva hasta un cotero ocupado por una nueva ermita, la ermita de San Esteban. 

Desde este alto se contempla buena parte de la costa occidental de Cantabria, aunque hacia el sur la altura de los árboles tapa parcialmente la visión. Un antiguo mirador nos indica las panorámicas más destacadas, ya hemos recorrido 9.2 kms. Retornando al cruce anterior, ahora seguimos a la izquierda por una pista descendiendo primero entre castaños y luego entre pinos y eucaliptos. Pronto se deja un desvío a la derecha que se dirige a Ruiseñada, continuando el descenso por la izquierda, ignorando algún desvío secundario, se llega a un collado entre el eucaliptal, en el que se sigue a la derecha. Tras un buen rato de bajada, se llega a terreno más llano, saliendo a conectar con una estrecha carretera junto a un puente sobre la marisma.
En poca distancia hemos pasado del ambiente forestal a este humedal costero, y siguiendo a la izquierda, en recorrido prácticamente llano, se retorna al punto de partida y damos por finalizada la ruta de 15.4 km.
 







 

lunes, 10 de noviembre de 2014

Senda Fluvial del Minchon

Salimos del Molino de Carrejo. Esta situado en el pueblo que le da nombre (Carrejo), es un pueblo situado  a 1.5 km de Cabezón de la Sal al pie de la Sierra del Escudo de Cabuérniga, que cuenta con casonas montañesas así como un museo de la naturaleza de Cantabria. También podemos ampliar el recorrido empezando en La Cabroja, y atravesando la mies, por el camino veremos animales varios.
Durante este trayecto vamos entre jardines con árboles frutales y ornamentales así como huertos.

 Por el camino nos encontramos con prados de pastos y un poco más adelante chopos al lado del río con algunos sauces y alisos, llegamos al final de la pista en la que nos encontramos un cartel indicativo con unas pequeñas rutas de la zona. El camino se vuelve pedregoso, ahora nos encontramos a nuestra derecha alisos, sauces, algún fresno ya adultos y a la izquierda han sido plantados recientemente robles, hayas, castaños, nogales.

Un poco más adelante el río comienza a discurrir paralelo a nosotros y aquí es donde encontramos la construcción de un puente peatonal  que nos une con el pueblo de Cos. La vegetación es abundante con alisos, sauces, avellanos, robles, hayas, chopos, mucho helecho y flores silvestres. Continuamos el camino paralelo al río hasta llegar a la campa de El Minchón, rodeados de la abundante vegetación descrita anteriormente. 
Al llegar a la campa nos encontramos una zona abierta de prado rodeado de una valla, en la que encontramos una pequeña plantación de árboles autóctonos.
Este es el final de nuestra ruta, pudiendo deshacer el camino hecho o bien regresar por la carretera que lleva a Cabezón de la Sal o por la mies cruzando Vernejo y finalizando en la Cabroja, es una ruta agradable y recomendable para hacer cualquier época del año. La distancia es de unos 4 km hasta El Minchón con una duración aproximada de una hora, que ampliamos unos 3 kms volviendo por la Mies.