Empezamos el recorrido en Rioturbio,
singular pueblo situado en el interior del Parque
Natural de Oyambre, a caballo entre la Ría
de la Rabia y el Monte Corona.
Atravesando el núcleo por su parte baja, se deja
el asfalto para seguir una pista que asciende muy suavemente
por la margen derecha del Río Turbio, entre pastizales,
manchas de bosque y alguna repoblación. Tras un
buen rato, en una bifurcación seguimos por la derecha
y enseguida se cruza el río por un puente, el Puente Bichurichas, ubicado en la parte baja del magnífico robledal
de Corona, hasta aqui habríamos recorrido 2.4 km, a partir de aquí la subida se hace más
directa entre el bosque, la pendiente es muy regular,
y permite apreciar la riqueza y variedad de este sorpréndente
bosque, tan próximo a la costa y situado a tan
baja altitud, compuesto sobre todo de robles, pero también
de hayas, castaños, avellanos, acebos, abedules.
Tras un buen rato de subida, y justo después de
pasar junto a un claro con varias mesas, se llega a una
bifurcación, nos
vamos a desviar a la derecha, en suave descenso, dejando
pronto un desvío asfaltado a la izquierda que se
dirige al cercano pueblo de Caviedes, y llegando un poco
más adelante hasta una bella ermita construida
con sillares de arenisca, en cuyas inmediaciones se ha
creado un área recreativa, ya hemos recorrido 5 kms.
Ermita de San Antonio, ubicada entre árboles, en una loma con vistas hacia
el oeste, el paraje merece una parada de descanso.
Retornando
por el mismo camino hasta la bifurcación,
seguimos a la derecha, subiendo por la pista, que tiende
a girar hacia el este, discurriendo por las cabeceras
del Monte Corona. En un cruce de varias pistas hay que
seguir a la izquierda, continuando entre pinares, repoblaciones
de hayas y algún tramo despejado. Tras una breve
bajada hasta un colladín, una corta subida
nos lleva a otra área recreativa salpicada de varias
esculturas de piedra,
Mirador de Ios Pintores Montañese, este paraje, denominado
Las Argayadas, fue dedicado en su día a los pintores
de la región y también se ubica en una loma,
contando con un mirador que proporciona la mejor vista
del cagigal de Corona. Otro tramo de subida, y se alcanza
una bifurcación en la que hay que ir a la izquierda.,
llegando al pie de una curiosa construcción de
gran altura, Torre de vigilancia de Incendios, situada en una de las mayores elevaciones
del Monte, permite controlar buena parte de su extensión.
Sin necesidad de llegar, hay que seguir hacia la iz. un
ramal asfaltado que baja entre rodales de roble americano,
hasta un collado y un amplio aparcamiento, ascendiendo
después entre repoblaciones diversas de alerces,
cipreses, pinos o castaños hasta alcanzar un nuevo
cruce, dejando el ramal de la derecha, subimos por el que
tenemos enfrente y enseguida nos lleva hasta un cotero
ocupado por una nueva ermita, la ermita de San Esteban.
Desde este alto se contempla buena parte de la costa occidental
de Cantabria, aunque hacia el sur la altura de los árboles
tapa parcialmente la visión. Un antiguo mirador
nos indica las panorámicas más destacadas, ya hemos recorrido 9.2 kms.
Retornando al cruce anterior, ahora seguimos a la izquierda
por una pista descendiendo primero entre castaños
y luego entre pinos y eucaliptos. Pronto se deja un desvío
a la derecha que se dirige a Ruiseñada, continuando
el descenso por la izquierda, ignorando algún desvío
secundario, se llega a un collado entre el eucaliptal,
en el que se sigue a la derecha. Tras un buen rato de
bajada, se llega a terreno más llano, saliendo
a conectar con una estrecha carretera junto a un puente
sobre la marisma.
En poca distancia hemos pasado del ambiente
forestal a este humedal costero, y siguiendo a la izquierda,
en recorrido prácticamente llano, se retorna al
punto de partida y damos por finalizada la ruta de 15.4 km.
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